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Ronda:
Personajes ilustres

Abul Beka Ibn Abad de Ronda Abad Ibn Firnás
Omar Ibn Hafsun Vicente Espinel Alonso Vázquez
Fernando de Valenzuela Pedro Romero Antonio de los Ríos Rosas
Juan Pérez de Guzmán y Gallo Fernando de los Ríos Urruti Francisco Giner de los Ríos
Joaquín Peinado Vallejo Aniya la Gitana Cristóbal Palmero, Tobalo de Ronda
Niño de la Palma Antonio Ordoñéz Manuel de Olivencia Ruiz
José Manuel Rodríguez Delgado
Aniya la Gitana

Nace en Ronda el 27 de septiembre de 1855. De nombre artístico Anilla o Aniya la Gitana -que se puede escribir de las dos maneras en este caso, a pesar de que el diminutivo es siempre con "ll", pero con el flamenco y los toros, ya se sabe, algunos nombres artísticos se representan tal y como se pronuncian-. También Anita la de Ronda, como la llamó García Lorca en su conferencia "Importancia histórica y artística del primitivo cante andaluz llamado cante jondo", leída en Granada el 19 de febrero de 1922.

Aniya era todo un personaje en nuestra ciudad, admirada y muy querida por su sabiduría y su peculiarísima forma de ser: "La casa donde vive Anita Amaya en Ronda, es lugar de peregrinación. El juez, el alcalde, el boticario y el registrador, damas de alta y baja alcurnia, todos desfilan por su vivienda, archivo de sabiduría popular" . Todas las gentes hacían corro a su alrededor porque sabía siempre el origen de todas las cosas, buenas y malas.

Paseó su arte en los salones y cafés cantantes más populares de la época: Fornos, El Pollo y la Primera de Ronda, en su ciudad natal; Sin Techo o Siete Revueltas, de Málaga; y El Burrero, de Sevilla. Llegó a conocer a Chacón y coincidió también con la otra cantaora grande rondeña, Paca Aguilera, en el Chinitas de Málaga.

Actuó en una ocasión para la familia real, en una fiesta íntima, y la misma Reina de España, Doña Victoria Eugenia, le obsequió con un mantón de Manila. También se recuerda en nuestra ciudad la admiración que sentía por ella la gran Pastora Imperio, que tras actuar cierta noche en el extinguido Teatro Español, en el llano de la Merced , solicitó conocerla para regalarle una bata de cola.

Siempre vivió humildemente y se ganó la vida cantando y tañendo su guitarra, de mocita con"la voz fresca de cristal" , y ya anciana:"parezco un cangrejo, con voz de gallo esplumao" como ella misma reconocía. Le gustaba vivir así, entre los suyos, con los gitanos de los que se decía era su "Reina", con su hambre, con sus vicios y borracheras. Tuvo una existencia de leyenda, hermosa y deseada cuando casadera, contorneaba su cuerpo por las calles de Ronda y por los colmaos –hasta ganó un concurso de belleza, según cuenta la propia Aniya, en "El Imparcial" de Madrid-. Como la Carmen de Ronda se enamoró de un torero –dicen que tuvo amores con Rafael Molina "Lagartijo"- y trastornó el corazón del general Contreras. Con setenta y cinco años, acaparó la admiración y la atención del público y la prensa en la Semana Andaluza de la Exposición Universal de Barcelona de 1930.

Pero fuera como fuese despertaba siempre la admiración y la simpatía, por su conocimiento de los Cantes de Ronda, especialmente de la Soleá que llevaba su nombre (Nadie ha podido cantá/ como Aniya la Gitana / lloraba por Soleá, de Juan Ortiz) y por su arrolladora personalidad y sandunguera fisonomía.

Aniya "escogió para morirse", en Ronda, nada menos que el Día de Todos los Santos del año 1933, y todavía hoy, en nuestra ciudad, con ternura y afecto se la sigue recordando.