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Ronda:
Monumentos de Ronda

Puente Nuevo Convento de Santo Domingo Casa de los Condes de Santa Pola
Casa del Rey Moro Escalera de la Mina Palacio del Marqués de Salvatierra
Arco de Felipe V Puente Viejo o de Santa Cecilia Puente Árabe o de las Curtidurías
Baños Árabes Murallas de Ronda Jardines colgantes de Cuenca
Casa del Jalifa Minarete de San Sebastián Ayuntamiento
Iglesia Mayor Convento de Santa Isabel de los Ángeles Convento de la Caridad
Casa-Palacio de Mondragón Palacio de Moctezuma Casa del Gigante
Iglesia de la Paz Casa de San Juan Bosco Plaza de Toros
Iglesia del Socorro Círculo de Artistas Alameda del Tajo
Convento de la Merced Monumento a la Virgen del Rocío Los Descalzos Viejos
Parroquia de Santa Cecilia Templete Virgen de los Dolores Convento Madre de Dios
Parroquia de Padre Jesús Fuente de los Ocho Caños Iglesia del Espíritu Santo
Puerta de Almocábar Convento de las Franciscanas Convento de San Francisco
Santuario de la Virgen de la Cabeza y Cuevas de San Antón Acueducto de la Hidalga Acinipo
Cueva de la Pileta
Acueducto de la Hidalga

Sus obras se inician a la vez que se finalizaba el Puente Nuevo, ya que ambas eran complementarias puesto que el puente también serviría, para conducir las aguas a nuevas fuentes de las que existían muy pocas en la ciudad. Al superintendente de las obras municipales Don Diego de Cañas que fue quién llevó las más importantes gestiones para que se concluyese el Puente, le sustituyó pocos meses más tarde de su conclusión el Vizconde de las Torres de Luzón, que casi de inmediato el 25 de mayo de 1789 inicia las obras del acueducto, que fueron financiadas con cargo al mismo presupuesto del autorizado para la construcción del Puente y las mismas concluyen el 1 de enero de 1798, tras varias fases y paralizaciones por falta de recursos. Sus conducciones llevaron agua de la Hidalga y Coca, a las que se le unió también el manantial de la Toma , hasta la fuente de los Ocho Caños o de Santa Cecilia, el Portichuelo y diversas fuentes que se construyeron en el Mercadillo, a través del Puente Nuevo.

El estado actual de este acueducto es de absoluto abandono y necesita una restauración urgente para que no se pierdan los restos históricos de tan importante obra para el abastecimiento de las fuentes de nuestra ciudad en el siglos XVIII y XIX, y que especialmente hermosearía la entrada a Ronda por la carretera de El Burgo.