Al parecer su origen se remonta a finales del siglo XVI, cuando, debido a las constantes epidemias sufridas por la población, se fundó un pequeño lazareto con su correspondiente ermita, uniéndose posteriormente al edificio un hospital de pobres y transeúntes llamado del Socorro, cuyo espacio se bendijo y consagró el 2 de noviembre de 1577 por el obispo de Málaga Francisco Pacheco de Córdoba.

El avance de la población y el crecimiento del culto y devoción a la Virgen del Socorro propició una reedificación y ensanche de todo el edificio en 1709. En el siglo XIX ya era la parroquia principal del Mercadillo. A principios del XX, doña Carmen Abela remodela nuevamente la iglesia y la plaza. El centro de la misma se convierte en un paseo para la temporada de invierno, pues la Alameda se cerraba en esa época por los fuertes vientos que allí reinaban. En otro de sus lados se instaló a finales del siglo pasado el Casino, y el resto de la plaza quedó rodeado de edificios de la época, guardando una gran uniformidad en su conjunto, que en la actualidad ha perdido por completo con la sustitución de muchas de estas casas por edificios más elevados que rompen por completo el sabor decimonónico de la plaza.

Durante la guerra civil fue incendiada y completamente demolida, desapareciendo un riquísimo patrimonio escultórico y pictórico, aunque ciertos testimonios escritos y gráficos han dejado constancia de la morfología primitiva del edificio y algunas de sus importantísimas obras. La portada de la iglesia sigue conservando una hornacina con un precioso Niño Jesús abrazado a la cruz, de mármol, de gran interés artístico, obra del gran escultor arriateño, y poco ponderado todavía, Enrique Marín Higuero.

La actual fábrica muestra una planta cuadrada de tres naves cubiertas con cinco cúpulas distribuidas en el crucero y los cuatro ángulos perimetrales. Las capillas y las cubiertas están decoradas con yeserías de estilo barroco. La fachada está flanqueada por dos torres campanario de tramos cuadrangulares decrecientes coronados por chapiteles de azulejos. La portada es de gran simplicidad pero muy armoniosa, presidida por el escudo de España fundido con el de Felipe IV, acompañado por dos cartelas con las armas de Ronda desglosadas.

En la actualidad este templo rondeño posee unas muy interesantes obras escultóricas del artista sevillano Sebastián Santos Rojas, realizadas en el siglo XX, entre las que destacan la Virgen del Socorro, Inmaculada Concepción, San Antonio de Padua, Dolorosa y Buen Pastor.